soplas las velas, pide un deseo.
Una gran decepción, para una grande expectativa. Un vestido blanco para el juzgador moral, una caída espectacular para el hombre de rodilleras, un engaño atroz para los celos de la mujer de la esquina, y cualquier otro deseo q se ofrezca , aquí estamos para servirle.
1 Comments:
las espectativas jamás han dejado algo bueno
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