lunes, abril 18, 2005

TeaTrO eN LA aCERA

Cuando la alegría se suicida por la ventana de tu razón, ni ninguna medicina la hará salir de la desilusión, q la evaporo a otra estadía mas lejos q el sol, sin iluminación alguna, simplemente se cierra el telón, se queda con ella la obra sin hora de función. un matinée sin mañanas q le asomen, unas butacas q le dan la espalda, y el sonido y los efectos de la realidad perdidos en el ático de la embriagacion. entrando a pasadizos donde se escucha el grito de ayuda, sin reconocer la voz q se pierde entre la lluvia de gemidos de un triste actor. Se corren en la tarima las zapatillas sin ritmo y sin talón, son solo piezas de piel con forma, qno orna este honorable salón, las castañuelas de tus ojos, fueron trituradas, por los pasos de tus despedidas, y botaron en trozos negros como el granizo en la neblina. en la taquilla se venden las ultimas fotos de una sonrisa, q fue amada, q fue querida, q fue ilusiones de un publico con agonía, esa sonrisa subió a la fama, callo del cielo por la gravedad humana, sobo sus codos y sacudió su falda, mas el maquillaje ya no la amparaba, era vieja como la historia, era fea como sus reflejos la alucinaban y era marchita como las rosas dentro de un libro, en gusanada de lujuria y en pantimedias sus locuras, y como collar de perlas sus terribles aventuras. Hoy murió la artista en ventana al palco, hoy murió el sueño con los ojos desvelados, y cayo al desvelo el eterno descanso. ahora muere, ahora se cae la eterna alegría q un dia fue hogar; ahora es asilo, ahora es cueva, ahora es solo un palo tirado sobre una sucia acera.